El ñampí es una raíz comestible originaria de América Central y del Sur. También es conocido con otros nombres, como ñame, inhame o taro. Pertenece a la familia de las Araceae y su nombre científico es Dioscorea alata.
El ñampí es similar a la papa en apariencia, pero su sabor y textura son diferentes. Tiene una piel rugosa y su pulpa es blanca o ligeramente amarillenta. Es una fuente importante de carbohidratos, fibra, vitamina C y minerales como el potasio y el manganeso.
El ñampí se utiliza en muchas preparaciones culinarias en diferentes partes del mundo. Se puede hervir, freír, hornear o cocinar al vapor. Se utiliza en guisos, sopas, purés y platos salteados. También se puede utilizar para hacer harina de ñampí, que se utiliza en productos horneados.
Es importante tener en cuenta que el ñampí contiene oxalatos, que pueden causar irritación en la boca y la garganta en algunas personas sensibles. Para minimizar estos efectos, se recomienda pelar y cocinar el ñampí adecuadamente antes de consumirlo.
El ñampí es una planta resistente que se adapta bien a climas tropicales y subtropicales. Crece mejor en suelos húmedos y bien drenados. Se propaga mediante rizomas o tubérculos, que se plantan en el suelo y dan lugar a nuevas plantas.
Además de su uso culinario, el ñampí también tiene usos medicinales en algunas culturas. Se le atribuyen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y se ha utilizado tradicionalmente para tratar afecciones como la diarrea, la inflamación y las enfermedades respiratorias.
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